En el Perú como en otros países del mundo existen universidades públicas y privadas conforme a la definición en el diccionario de la Academia, es el Instituto Público donde se cursan todas o varias de las facultades de Derecho, Medicina, Farmacia, Letras y Ciencias Exactas, Física y Naturales, y se confieren los grados correspondientes.

Universidades del Perú y Huancayo

Esta definición si bien es cierto no está acorde a nuestros tiempos, por cuanto en las universidades del mundo se enseñan muchas disciplinas aparte de las señaladas por la Academia. En ese contexto en nuestro país se vienen "enseñando y formando" a miles de jóvenes universitarios dentro de las universidades privadas, que como es sabido en las últimas décadas por gracia y bendición del Estado se han incrementado a gran número, al extremo de que actualmente existen filiales de estas universidades privadas en diferentes regiones del Perú. En ese contexto se podría entender que, por política de gobierno con maquillaje de los poderes del Estado busca generar un alcance de formación universitaria a sus administrados y con el ello contribuir al ansiado desarrollo.

Sin embargo en nuestra actual sociedad existe un porcentaje elevado de desconfianza hacia los profesionales que egresan anualmente de las universidades. Ante ello nos preguntamos ¿las universidades privadas estarán cumpliendo su rol de formación profesional dentro de un marco de investigación científica como corresponde con sus estudiantes? de no ser así cabe otra pregunta ¿dónde se encuentra el rol fiscalizador del Estado? lo cierto es que, no todos los profesionales que egresan de las universidades a través de sus diferentes facultades no ejercen su profesión, por el contrario se desempeñan en otras áreas, en el cual no fueron formados o se dedican a otros oficios, o peor aún, vienen afrontando procesos judiciales o purgando condena por negligencia en el desempeño de su labor profesional.
Ante ello nos hacemos otra pregunta ¿Cómo se explica la dedicación e inversión económica por más de cinco años ante una universidad más aún cuando esta es privada, para luego no ejercerla o no estar capacitado para ejercería?.

Estos hechos nos direccionan a un descuido absoluto por parte del Estado y de los colegios profesionales que indirectamente tienen responsabilidad, esto al incorporarlos a su orden gremial, ante ello consideramos que el Estado a través de los colegios profesionales y el Ministerio de Educación y otras instituciones conexas debería asumir un rol de fiscalización, al extremo de que si estas universidades privadas así como sus filiales no alcanzan generar en sus estudiantes una formación profesional que genere confiabilidad ante la sociedad en el desarrollo de su profesión, el Estado debería sancionar drásticamente y en el peor de los casos cerrar estas universidades que vienen otorgando títulos profesionales a sus estudiantes que no se encuentran debidamente preparados como para ejercer su profesión; la falta de preparación profesional perjudica la investidura de las universidades del Perú ante los ojos de nuestra misma sociedad y del mundo.